El Ekeko, es un Dios de la abundancia, fecundidad y alegría de origen aimara, que todavía recibe cierto culto en el antiplano andino, cuando se celebra la feria de la Alasita que significa “cómprame”. La cultura la trae el Ekeko, cargada de alegría, regalos, alimentos, dinero, siempre con una sonrisa de bigote puesta y el cigarro presto para ser golpeado. Con su forma actual, tiene la cabeza grande y el pintoresco chullo decorando su frente unida a un corto cuello, con una barriga amplia y una vestimenta cromática andina. La mayoría de los historiadores coinciden en que el Ekeko ya era conocido en el kollasuyo y que a él le daban la categoría de un Dios que se encargaba de llevar al hogar alegría y fortuna y también de ahuyentar las desgracias.
Pulga – ¡Dame un plus!
El Padre Bertonio en su "Vocabulario de la Lengua Aymara" (1612) lo llamó Thunupa, una deidad hogareña de la fortuna y de la prosperidad entre los antiguos Kollas que lo invocaban a menudo como kollasuyo (Dios de la prosperidad)
Su origen se remonta al período clásico de la cultura Tihuanacu (200 A.C. – 700 D.C.) pero el historiador puneño José Morales dijo que la imagen del Ekeko es parte de la cultura altiplánica. Indicó que su origen se remonta a los tiempos de la cultura Pucará, antes de Tiahuanaco, y ahora se ha convertido en un elemento propio de la cosmovisión andina. En sus inicios, el Ekeko era de piedra, jorobado, tenía rasgos indígenas y no llevaba ningún tipo de vestimenta: su desnudez era el símbolo de la fertilidad.
Rasca pulga – Algo que inquieta
El Ekeko, Dios de la abundancia y de la prosperidad, ahora es también objeto de deseo para los gobiernos de Perú y Bolivia, que ahora en un mundo imaginariamente civilizado, no atraviesan sus mejores momentos de relaciones diplomáticas.
La Federación Regional de Folclor y Cultura de Puno aclaró que el Ekeko es una manifestación cultural que comparten Perú y Bolivia. “El patrimonio cultural lo hacen los pueblos, el mismo que se hereda y se aprende de generación en generación; por lo tanto, no podemos decir esto es mío y me pertenece solo a mí”, enfatizó Yenni Silva.
Pulga - ¡corre la voz!
Para lograr los favores solicitados hay que hacer "fumar" al Ekeko en el momento en que se formula el deseo. A tal fin, debe colocarse un cigarrillo encendido en su boca. Si el deseo o pedido es aceptado del cigarrillo saldrá humo y el Ekeko realmente lo fumará. Debe consumir todo el cigarrillo para que se cumplan los deseos.
Pulga – ¡Dame un plus!
El Padre Bertonio en su "Vocabulario de la Lengua Aymara" (1612) lo llamó Thunupa, una deidad hogareña de la fortuna y de la prosperidad entre los antiguos Kollas que lo invocaban a menudo como kollasuyo (Dios de la prosperidad)
Su origen se remonta al período clásico de la cultura Tihuanacu (200 A.C. – 700 D.C.) pero el historiador puneño José Morales dijo que la imagen del Ekeko es parte de la cultura altiplánica. Indicó que su origen se remonta a los tiempos de la cultura Pucará, antes de Tiahuanaco, y ahora se ha convertido en un elemento propio de la cosmovisión andina. En sus inicios, el Ekeko era de piedra, jorobado, tenía rasgos indígenas y no llevaba ningún tipo de vestimenta: su desnudez era el símbolo de la fertilidad.
Rasca pulga – Algo que inquieta
El Ekeko, Dios de la abundancia y de la prosperidad, ahora es también objeto de deseo para los gobiernos de Perú y Bolivia, que ahora en un mundo imaginariamente civilizado, no atraviesan sus mejores momentos de relaciones diplomáticas.
La Federación Regional de Folclor y Cultura de Puno aclaró que el Ekeko es una manifestación cultural que comparten Perú y Bolivia. “El patrimonio cultural lo hacen los pueblos, el mismo que se hereda y se aprende de generación en generación; por lo tanto, no podemos decir esto es mío y me pertenece solo a mí”, enfatizó Yenni Silva.
Pulga - ¡corre la voz!
Para lograr los favores solicitados hay que hacer "fumar" al Ekeko en el momento en que se formula el deseo. A tal fin, debe colocarse un cigarrillo encendido en su boca. Si el deseo o pedido es aceptado del cigarrillo saldrá humo y el Ekeko realmente lo fumará. Debe consumir todo el cigarrillo para que se cumplan los deseos.
La pulga dice – el perro escucha
Al parecer todos se quieren apoderar de la cultura, pero abrid los ojos ahora, que la cultura nos pertenece a todos, la cultura no tiene fronteras, no distingue de razas, credos, ni partidos políticos que pretender mostrar una soberanía absurda. No es tiempo de llenarnos de conflictos sin fondo, es tiempo de compartir un legado que debemos trasmitir a los niños que vendrán; recordemos que el Ekeko es Dios de la fecundidad, de la prosperidad y la abundancia, entonces podemos decir que hay cultura para todos. Prendamos un cigarro y pidamos al Ekeko que la política entienda de una vez por todas que no puede ni podrá jamás gobernar a la cultura, ya que ésta es libre, justa y, que por costumbre pertenece a toda la humanidad no importando su nacionalidad, siempre traspasará las fronteras, las fronteras que un día los gobiernos tendrán que romper ya que la cultura dará el golpe de una nueva alborada.
1 comentarios:
Me regalaron un Ekeko. Generalmente le enciendo su cigarrillo los viernes, también le ofrendo un vasito de ron. ¿Estoy haciendo lo corecto? Gracias
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