martes, 30 de diciembre de 2008

...UN POCO TÚ...



Palpitan las notas utópicas de esta razón,

susurrando las voces de la emoción tardía

un poco suave, un poco dañina, un poco tú...


Tu pelo largo olvida mi sensura

toma mi alma y la desgarra,

la llena: un poco de nube, un poco de miel, un poco tú....


Tu aliento celestial, moja mi temor,

y tu boca se hace vida,

cuando está con la míatan lejana, tan cortante, tan tú...


Mi mente se pierde en tus palabras,

y tu ternura enajena lo oscuro del pensamiento,

roba mi alma, amada mía....


(Escrito el : 23 de febrero/2007 poemario: Viaje a la tierra de Arena)


...."Finañejo"....

lunes, 29 de diciembre de 2008

Lluvia, dulce aguacero.


Suena el beso de dos truenos y con ellas el suspiro lejano del oeste,
los cantos de acuarela cuando pasa la reina,
cae en mi desierto flores de primavera.


Riega dorsales gotas de despedida en el lecho
de un horizonte seco, humedo aguacero,
victoria gloriosa; donde se siente el olor a polvo fresco.


Dime callada, háblame sobre ella, rosame tierna,
gotas de esperanza, que germina en mí la rosa, donde crece la hierba,
donde nacen ilusiones,tú, cuando me tocas, todo haces valle.

Mi dulce aguacero, lloras conmigo esta tarde
felices tus gotas que conmigo están
y siempre, siempre, las que no volverán...

domingo, 28 de diciembre de 2008

Naturaleza Mía (Poemario)

El costo de unos cuantos versos.

Ella me conocía y yo no la conocía,
Me conocía por un nexo amigo
Y yo aún no la percibía
Entonces llegó aquél día
En que, cual delta, nuestras vidas se unieron.

Sus palabras parecían suaves plumas
Que llenaban una cobija para mis sienes añejas,
Su mirada era inmaculada
Como una selva virgen
Y su voz parecía superar cualquier
Sofisticada sinfonía.

Yo que aún no me convenzo respecto
A las flechas, de un alado amigo,
No puedo más que pensar en ella
Delineando con precisión científica
El próximo y tan lejano encuentro.

Esto traduce un poco de alegría y quizá
Un poco de amor efímero;
Sin embargo cual buena
Novela de amor, como
Aquellas de antaño que tenían
Un rapto y un duelo incluidos,
¡Se me había olvidado el nexo amigo!

A pesar de advertir el último verso
Mis acciones, llenas
De un frío ultratumba recorriendo
Cada nervio del cuerpo,
Seguían encaminadas
A la conquista de ella,
A quien ahora ya conocía y también
Ya pertenecía.

Pasaron los meses…
Y aquella noche llegó,
Fue bajo la sombra de un viejo roble
A la luz de Selene y
Con el viento ejecutando
Una canción de violín.
Fue aquél contexto testigo
De la unión de dos almas
Que vivirían un eterno recuerdo en ella
Y una sorpresiva condena en el que suscribe.

Cuando ya se retiraban los amantes, de pronto,
Apareció como una sombra del romance
Aquél amigo nexo que ya estaba presente
Y dispuesto a cobrar venganza por
Semejante afrenta cometida por su amada
Y la victima que suscribe.

Cuando pude observar que
Él se acercaba como una locomotora,
Desenvainaba su espada
Y que sus ojos expulsaban llamas,
Sólo pude ayudar a que su amada escape
Para así pelear por salvar mis versos.

El combate desgarró
Vestiduras;
Gastó el filo de las espadas;
Fragmentó nuestras almas y
Dejó un charco de amargura
Que nos empapó a ambos.

Varios años después ella y él
No recordaban este hecho,
Se casaron, tuvieron dos hijos,
Los hijos nietos;
También una gran residencia
Con una gran cochera y
Una gran piscina.

Por otra parte, el que ahora escribe
Sigue con la profunda herida
Que intermitentemente
Expulsa un torrente de amargura,
Con un poco de nostalgia
Y una pisca de literatura…
Expulsa un torrente de amargura,
Con un poco de nostalgia
Y una pisca de literatura…
.
.
.
(Jomabole)

Historia de un rábano pensante

Peter Medawar


«Las vidas de los hombres de ciencia casi siempre son aburridas… ¿Cómo podrían no serlo? Los académicos rara vez llevan vidas que sean emocionantes en un sentido mundano. Necesitan laboratorios o bibliotecas y la compañía de otros académicos. Y su labor no se vuelve más profunda o más convincente por privaciones, pesares o fracasos mundanos. Sus vidas privadas pueden ser infelices, extrañamente desordenadas o cómicas, pero no en formas que nos revelen algo especial acerca de la naturaleza y dirección de su trabajo. Los académicos se hallan fuera de la zona de devastación de las convenciones literarias, según las cuales las vidas de los artistas y hombres de letras son intrínsecamente interesantes (…).
Si un hombre de ciencia se cortara una oreja, nadie lo tomaría como prueba de una sensibilidad intensificada; si un historiador no consumara su matrimonio (como le ocurrió a Ruskin), no supondríamos que ello habría enriquecido de algún modo nuestro entendimiento de la cultura histórica…»Con este disuasivo epígrafe comienza Historia de un rábano pensante, del biólogo británico de origen libanéssir Peter Medawar, Nobel de Medicina en 1960 junto con el australiano Frank Macfarlane Burnet por su descubrimiento de la tolerancia inmunológica adquirida. Más que espantar al extrañado lector, lo que Medawar pretende es reconocer que las memorias de científicos son un género literario tanto como las vidas narradas por estadistas o escritores: como nadie tiene derecho a aburrirnos, y menos en un ejercicio de vanidad como suelen ser las autobiografías, importa tanto quién sea el autor como su destreza y talento narrativos. Quizás por eso las memorias de hombres de ciencia son menos abundantes que las de personajes más acostumbrados a valerse de la pluma para expresarse. Por suerte, y contrariamente a la contrapropaganda que Medawar se hace a sí mismo, éste es un libro que interesa y entretiene incluso a quienes nada saben de la trayectoria de su autor.Peter Bryan Medawar estudió zoología, anatomía comparada y patología en Oxford, dondese interesó en investigación histológica y en la regeneración de los nervios periféricos.
Durante la II Guerra Mundial se le pidió investigar el porqué del rechazo a los injertos de piel en soldados quemados, lo que lo llevó a dirigir sus investigaciones hacia los injertos y trasplantes, y a pensar que ese rechazo podía ser una respuesta immunológica. En los años cincuenta demostró la teoría de Frank Macfarlane Burnet de que los anticuerpos se adquieren en la vida embrionaria y justo después del nacimiento, lo que contradecía la idea de que los vertebrados heredan esta habilidad en el momento de la concepción. Así se abrió todo un campo de investigación en inmunología, que ya no asumió la existencia de un mecanismo inmune completamente desarrollado y se concentró en métodos para suprimir el rechazo en los trasplantes de órganos.Además de describir con detalle estos trabajos, Medawar cuenta anécdotas hilarantes, describe sus fracasos, rememora su juventud en una Inglaterra austera y estimulante para las mentes inquietas. Poco diplomático, se desquita revelando las debilidades intelectuales o sexuales de ciertos personajes del Oxford de la época, la rigidez académica de sus congéneres, la incompetencia de las escuelas a las que asistió cuando niño, o el sadismo de médicos y enfermeras con ocasión de uno de varios accidentes cerebrovasculares que padeció en sus años de madurez. A cambio, habla con cariño de Brasil, de su debilidad por la ópera o de su amistad con los escritores C. S. Lewis y J. R. R. Tolkien, y con el filósofo Karl Popper. A propósito de esto último, hay que decir que también Medawar llegó a ser un reconocido filósofo de la ciencia.Lo que el autor decide no contar también habla de él, por supuesto, y en este sentido las omisiones más agradables son la ceremonia de los Nobel en Estocolmo y todo el revuelo público y periodístico consiguiente, como también el hecho de haber sido ordenado caballero en 1965 y muchos otros premios y honores que poblaron su currículo.Medawar es autor de varios libros de aforismos y ensayos, entre ellos Consejos a un joven científico, Los límites de la ciencia, El extraño caso de los ratones moteados y otros ensayos sobre ciencia, y De Aristóteles a zoológicos: un diccionario filosófico de biología.
...publicado por Finañejo...

jueves, 18 de diciembre de 2008

malarana

nadie camina al compas del cienpies
nadie bebe al ritmo del cisne
nadie salta al ritmo de la rana
nadie llora
ni la humanidad, la inexistente humanidad
mañana saltas, bebes, lloras y dejas de existir
él tenia diez sueños,
subjetivos y adjetivos,
quiso ver desnudo al maniqui
y aun así... ella dijo que no,
no tiene sentido del humor,
no tienes
no tengo...
mañana caminas como la mas adinerada de las especies...

mal escrito x: nunawayra

viernes, 12 de diciembre de 2008

Las ESE y las M

Mañana son 5, cinco pesados y amanerados dias, si fuera una piedra en el zapato de mi pesada fiera interior hace mucho habria buscado un par de S y M, engullirlas y a los minutos devolverlas renovadas para que otro fantasma realice la misma tarea. Una y dos màs, eso decian viejos y revueltos mis dos acompañantes, uno negro y otro blanco, cuando me di cuenta ke iba a la mitad decidi aparearlos pues me sentia el punto MEDIO de una reunion de radicales y numeros primos. Vuelvo a la vieja choza y me espera un par de vasos, el primero tiene, o bueno tenìa, anfetaminas con leche batida, esa vieja receta de la abuela para despertar a un oso hermitaño o dormir a un heroinomano luego de inyectarse mayonesa. El segundo vaso, algo mas puritano y conservador llevaba cereal de hace tres dias y un para de emparedados, esos que extrañas cuando viajas lejos, esos que al ponerlos al horno y darle cuarenta y cinco segundos te saben a ORGASMO...

continuara....

MAL ESCRITO x NUNAWAYRA

miércoles, 10 de diciembre de 2008

La apariencia y el prejuicio

x: NadoL

El hombre es el ser más prejuicioso por naturaleza, al dar la mano echa el ojo. Habla para el otro, mientras murmura entre sí. Su regla métrica interna hace una medición sobre el 'ente' que se posa frente suyo. Sus juicios de valor y adjetivos se posan como etiquetas en la nueva persona que está conociendo. Y es que, al fin y al cabo, una nueva persona es un nuevo aliado o un nuevo enemigo. Sólo queda darse un concepto pequeño sobre esa nueva persona, así esta sea un prejuicio o una apariencia.

Sobre esto Eduardo Galeno, escribió sobre la mirada que el hombre le ha dado a dos animales tan distintos. 'El león y la hiena'.

El león, símbolo de la valentía y la nobleza, vibra en los himnos, flamea en las banderas y custodia castillos y ciudades. La hiena, símbolo de cobardía y crueldad, no vibra, ni flamea, ni custodia nada. El león da nombre a reyes y plebeyos, pero no hay noticia de que ninguna persona se haya llamado o se llame Hiena.

El león es un mamífero carnívoro de la familia de los félidos. El macho se dedica a rugir. Sus hembras se ocupan de cazar un venado, una cebra o algún otro bicho indefenso o distraído, mientras el macho espera. Cuando la comida está lista, el macho se sirve primero. De lo que sobra comen las hembras. Y al final, si algo queda todavía, comen los cachorros. Si no queda nada, se joden.

La hiena, mamífero carnívoro de la familia de los hiénidos, tiene otras costumbres. Es el caballero quien trae la comida; y él come último, después que se han servido los niños y las damas.

Para elogiar , decimos: Es un león. Y para insultar: Es una hiena. La hiena se ríe. Por qué será.

martes, 9 de diciembre de 2008

Por Siempre Sois... (GS... recordando)

¿Cómo puedo capturar en una palabra
Lo que una fotografía en un instante?
¿Cómo describo las carcajadas,
O los abrazos luego de un permiso de La Paz?

Compartimos más que maestros y un colegio,
Nuestra vidas nacientes
Que cada primero de un doce recuerdo,
Cuando por allí pienso un poco más atrás,
Allá donde sólo en la mente
Hasta hoy podemos viajar…

Y entonces, allá:
No sólo los leímos,
También escribimos…
No sólo observamos,
Pintamos…
No sólo oímos,
Compusimos y Cantamos…
No sólo despertamos,
Vivimos como hermanos salesianos…

Hoy no sé escribir y
Lo confieso,
Pues ya he gastado mucha tinta
Por ello sólo quise viajar
Allá donde tú pudiste ver el segundero
En el dos mas cero cero cinco
Antes de llegar al ocho.
Por eso siempre sois una melodía,
Un recuerdo,
Un sueño,
Un fragmento de la vida,
Una alegría y melancolía,
Por siempre sois amigos de una vida.
(Jomabole)

viernes, 5 de diciembre de 2008

Surrealismo?


Realmente es el terror, es un momento, una ocasión espacial, una palma que bate en los oídos, un estruendo, una luz en los ojos ajenos, una súplica de la realidad, un favor a lo fantástico, una responsabilidad ajena, un pesar que no molesta, una angustia una tregua en el día, algo muy cercano y como todo.. muy falso. Al final espera alguien o algo, (no temer), es encontrar el mejor camino hacia la nada, y luego convertir la nada en lo absurdo, creer que existe y que está ahí; es simplemente creer, no abstraer… y finalmente entregarse por completo a esa corriente que te succiona hacia adentro; no es pensar en ti, ni tampoco una introspección, es como descubrir el interior, como abrir una fruta y maravillarse con el verdadero sentido de la existencia de aquella fruta… (((Veo a los ojos. Y reconozco el momento más insignificante, común y despreciable del mundo; ocurre a diario, pero nunca sucede… el “momento” no trasciende y se siente decepcionado, me lo hace saber, es inevitable, de pronto miles de personas están allí atestiguando uno de los momentos mas hermosos e insignificantes del mundo, miles de pasos indiferentes resuenan y opacan el llanto del “momento” que ahora es como un niño cabizbajo y aturdido de tanto desprecio; mi mirad sigue fija en la otra contraria y tímida, qué mas da a quién pertenezca esa mirada, el “momento” no tiene consuelo, pronto dejará de ser especial, y esperará como ha esperado toda la vida entera... ¿Acaso es ese un milagro?, no sé si lo entendí, ¿acaso debo divulgar aquél suceso?, quiero callar el llanto del “momento”)))… El tiempo está lleno de momentos y de “momentos”, las enseñanzas que la naturaleza nos vomita como sudor de arrepentimiento solo sirven para tratar de dirigir nuestras miradas hacia agujeros como túneles en la realidad, los “momentos” nos invitan a deleitarnos con sus espectáculos insignificantes, con lo más cotidiano del mundo, con lo que ocurre siempre. Pero eso no es todo, los “momentos” nos motivan a no romper la cadena de la comunicación, la belleza no nos pertenece, la naturaleza reclama el grito material del “momento”… para mí, eso es surrealismo; el surrealismo es el altavoz del “momento”, es el espejo en el que se refleja el tiempo con sus miles de insignificancias… Sinceramente el hombre experimenta los “momentos” a diario, pero nunca se detiene a apreciarlo.

miércoles, 3 de diciembre de 2008

Retrato público


T tiene cien años menos diecinueve más que su madre y restandole dos tercios de la edad de J, su pequeño amigo, hace unos dias se hizo joven y con afan de celebrar compro un vino dos titeres y un maniqui vestido de rojo, ya lo tenía entre cejas por dos meses, al llegar a casa la esperaba mamá colgando de las paredes tejiendo hilachoes entre las esquinas, entre vertices tridimensionales, esa seda media grisacea que por débil atrapa y por fuerte ahoga, papá salió en busca de alimento con la jauría y los gémelos estában husmeando en busca de algún queso hediondo... los títeres no bebieron eran menores de edad, el maniqui lucía hermosa, como todas las noches, no necesitaba una pizca de maquillaje... Al momento del brindis llegó papá y mientras T buscaba por entre las sombras al pekeño abuelo que detesta la luz y no había bebido sangre en días, mamá termino de servir las moscas en guisantes... De pronto T se agacho, se retorcía de dolor y sus manos se iban encogiendo, un sobresalto la desperto minutos mas tarde se miró al espejo, al palpar sus extremidades estas se encogieron y el cascarón duro quedo hecho añicos, penso en el fin, al instanto ascendió, mamá llorando se despedia y papá ahullaba al olvido, el abuelo apunto el camino correcto, T no entendía, era el momento tan narrado, un hijo crece pierde el cascaron, crecen las alas y terminas volando... T logró perderse en un mundo de gigantes y cascarones rotos, T era mi amiga, bueno hipotéticamente lo sigue siendo...

Mal escrito x : NunaWayra

martes, 2 de diciembre de 2008

El rezo de Rosa

x: NadoL


- Has visto a los wawas de Paulina- Repetía Rosa por tercera vez- siguen llorando los pobres.
- Si pues, pobrecitos esos chiquillos tan pequeños y sin papá ya se han quedado.
- Ay!...Parece que esto va a volver a pasar y hasta que haya limeño muerto nadie va hacer nada- Dijo Rosa resignada y salió de su casa a caminar.

La noticia les había llegado a todos por igual, no por radio ni mucho menos por televisión. Fue el compadre Jacinto, que tenía un amigo en la comisaría de Luricoha, quien les dio la mala noticia. Al principio, todos pensaban que se trataban de asaltantes, pero después les confirmaron que era aquel fantasma viejo que cada vez salía más de las sombras y se volvía real, el terrorismo.

Rosa caminaba disgustada, no hilaba hace un buen rato y ahora iba sola y pensativa. Había escuchado claramente en la radio que el Rey de España había dado los pésames a los muertos por el terrorismo. Entonces, pensó que esto terminaría o, mejor dicho, que comenzaría algún plan del Gobierno para evitar la ola de muertes por los terrucos. Pero nada de esto había pasado. Cada vez habían más muertos por su tierra. En las noches ella sentía cómo las mamachas lloraban a solas recordando su soledad, recordándoles sus muertos y sus heridas, algunas incluso lloraban al ver a sus nietos sin padres y sin madres. Rosa se había resistido a llorar por sus padres muertos, no quería que su pequeño José tuviera más miedo del que el pueblo comenzaba a tener.

Rosa se sentó cerca del río, veía como el cielo se iba oscureciendo y como los animales se hacían sombras. Entonces al ver su reflejo y verse sola no pudo evitarlo. Lloró con tanto dolor como hace 20 años y rezó para que no se vuelva a repetir.