Cuando siempre se quiere, ¡libertad!en alguna calle perdida...2009


No tengas verguenza al responder, ¿si se me hubiera ocurrido mostrarte primero la foto y luego el título y la música habrías acertado?; poco probable (sí pues no te tienen paciencia chavo), no es tu culpa, asumo que esa época no estabas, nisiquiera, en los planes de Dios, por tanto, es hora de mostrarte un poco más de La Selva y sus encantos. 

Ternura.
Un inspirado Bécquer dijo:
¿Poesía?, ¡poesía eres tú!.
Hoy yo revisaba esas nostalgias,
Y me topé con el recuerdo de ayer.
Siempre debemos vivir hoy,
Pero yo puedo vivir ayer,
Y dirás ¿cómo?,
Es muy sencillo, yo sé recordar.
Este poema es un suspiro,
Un abrazo, un mágico beso
De esos que te paralizan el cuerpo.
Esta es una carta, dirigida a ti Lucero,
Pues ayer me dijiste:
¿Te parezco tierna?
¡Dios!, ¿como me pides responder
Tan sacra pregunta?
Ni mi más fino pensamiento
Tuvo una respuesta,
¿Y sabes por qué?
Es porque: eres tú,
Eres tú la ternura en persona.
(Jomabole)


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El Ekeko, es un Dios de la abundancia, fecundidad y alegría de origen aimara, que todavía recibe cierto culto en el antiplano andino, cuando se celebra la feria de la Alasita que significa “cómprame”. La cultura la trae el Ekeko, cargada de alegría, regalos, alimentos, dinero, siempre con una sonrisa de bigote puesta y el cigarro presto para ser golpeado. Con su forma actual, tiene la cabeza grande y el pintoresco chullo decorando su frente unida a un corto cuello, con una barriga amplia y una vestimenta cromática andina. La mayoría de los historiadores coinciden en que el Ekeko ya era conocido en el kollasuyo y que a él le daban la categoría de un Dios que se encargaba de llevar al hogar alegría y fortuna y también de ahuyentar las desgracias.
"Vendrá la muerte y tendrá tus ojos- esta muerte que nos acompaña desde el alba a la noche, insomne, sorda, como un viejo remordimiento o un absurdo defecto. Tus ojos serán una palabra inútil, un grito callado, un silencio…” Fragmento: Vendrá la muerte y tendrá tus ojos. 
