sábado, 2 de octubre de 2010

Oda al culo


No suelo concordar con el prójimo varón sobre cuál es el mejor culo. Noto un gusto general por el culito escuálido de las modelos flacas.

A mí me gustan grandes, hospitalarios, macizos. Me gusta el culo balcón, que sobresale y se autosustenta como un milagro de ingeniería. El culo bien latino, rappero, reggaetón, de doble pompa viva y prodigiosa.

Me salen versos cuando hablo de culos. Quizá porque en los culos hay algo más antiguo y atávico que en las tetas, que en realidad son una intelectualización.

Las tetas son renacentistas, pero el culo es primitivo, neanderthaliano. Con su poder de atracción inequívoca, su convergencia invitadora, es un hit prehistórico. Despierta nuestro costado más bestial: el del acoplamiento en cuatro patas.

Las tetas son un invento más reciente, son prosaicas.

El culo, en cambio, es lírico, musical, cadencioso, indiscernible del meneo de caderas, del ritmo, la batida de la bossa que retrata a la garota que se aleja en Ipanema.

Porque el culo siempre se aleja, siempre se va yendo, invitando a que lo sigan. Se mueve en dirección contraria de las tetas que siempre vienen y por eso suelen ser alarmantes, amenazadoras, casi bélicas (me acuerdo de las tetas de Afrodita, la novia de Mazinger Z, que se disparaban como dos misiles).

Las tetas confrontan, el culo huye, es elegía de sí mismo, se va yendo como la vida misma y deja tristes a los hombres pensando qué cosa más linda, más llena de gracia aquella morena que viene y que pasa con dulce balance camino del mar.



Las mujeres argentinas tienen orto, las colombianas jopo, las brasileras bunda, las mexicanas bote, las peruanas tarro, las cubanas nevera o fambeco, las chilenas tienen poto. O mejor dicho, las chilenas no tienen poto, según mis amigos transandinos que se quejan de esa falta y quedan asombrados cuando viajan por Latinoamérica.

Yo mismo casi me encadeno a la muralla del Baluarte de San Francisco en el último Hay Festival de Cartagena de Indias para no tener que volver y poder seguir admirando el desfile incesante de cartageneras o barranquilleras cuyos culos altaneros merecían no este breve artículo sino un tratado enciclopédico o un poemario como el Canto General.

De las cosas que hacen las mujeres por su culo, la que más ternura me da es cuando lo acercan a la estufa para calentarlo. No lo pueden evitar.

Pasan frente a una chimenea o un radiador y acercan el culo, lo empollan un rato. El culo es la parte más fría de una mujer. Siempre sorprende al tacto esa temperatura, el frescor del cachete en el primer encuentro con la mano.

Durante el abrazo, se puede llegar a los cachetes de dos maneras. Una es desde arriba, si la mujer tiene puesto un pantalón, pero es dificultoso y lo ajustado de la tela impide la maniobra y la palmada vital.

La otra forma es desde abajo y eso es lo mejor, cuando se alcanza el culo levantando de a poco el vestido, por los muslos, y de pronto se llega a esas órbitas gemelas, esa abundancia a manos llenas. En ese instante se siente que las manos no fueron hechas para ninguna otra cosa más que palpar esa felicidad, para sentir con todos los músculos del cuerpo la blanda gravitación, el peso exacto de la redondez terrestre.



Se suele pensar que, en el sexo, la posición de perrito somete a la mujer. Pero hay que decir que abordar por detrás a una mujer de ancas poderosas puede ser todo lo contrario: es como acoplarse a una locomotora, como engancharse en la fuerza de la vida, hay que seguirla, no es fácil, uno queda subordinado a su energía, hay que trabajar, darle mucha bomba, carbón para la máquina.

Es uno el que queda sometido a su gran expectativa, absorto, subyugado, vaciándose para siempre en la doble esfera viva de esa mantis religiosa.

Una vez vi un hombre de unos 45 años dando vueltas al parque, corriendo tras su personal trainer. Lo curioso es que era *una* personal trainer, y las calzas azules de esta profesora de gimnasia evidenciaban que tenía un doctorado en glúteos. Como el burro tras la zanahoria, el hombre corría tras ella sin pensar en nada más que ese seguimiento personal. No me sorprendería que a la media hora hubiera un grupo de corredores trotando detrás, en caravana. La música de losculos es la del flautista de Hamelin.

Los hombres, con su legión de ratones, van tras ella, hipnotizados. Las mujeres saben aprovechar sus recursos.

Yo trabajé en una empresa en el mismo piso que una arquitecta narigona (esas narigonas sexys) y con un "tremendo fambeco". Ella sabía que era su mejor ángulo y lo hacía valer, con unos pantalones ajustados que dejaban todo temblando. Era una de esas oficinas cuadradas, llenas de líneas rectas: el almanaque cuadriculado, la tabla rectangular del escritorio, la ventana,los estantes, las carpetas de archivos. Un lugar irrespirable de no ser por el culo de la arquitecta que a veces pasaba camino a tesorería o a la fotocopiadora. Su culo era lo único redondo en todo este edificio de oficinas. Lo único vivo yo creo. Nunca intenté nada (se decía que tenía un novio), pero en una época yo pensaba escribir una novela con los acoplamientos heroicos que imaginé con ella. Una novela que iba a titular, con un guiño a Greenaway, "El culo de una arquitecta".

No escribí ni dos líneas de esa novela, pero sí algunos poemas que ella nunca leyó.Me acuerdo que la veía antes de verla, la intuía en un ritmo particular que tenía el sonido de sus pasos, un peso, un roce de la cara interna de sus muslos de falsa mulata. Cuando aparecía en el rabillo de mi ojo, ya sabía plenamente que se trataba de ella. Y pasaba y todo se detenía un instante, el memo, el mail, la voz en el teléfono, todo se curvaba de pronto, no había más rectas, todo se ovalaba, se abombaba, y el corazón del oficinista medio quedaba bailando. No exagero.

Además era plena crisis del 2002. Todo se derrumbaba, caían los ministros, los presidentes, caía la economía, la moneda, la bolsa, caía el gran telón pintado del primer mundo, caía la moral, el ingreso per cápita, todo caía, salvo el culo de la arquitecta que parecía subir y subir, cada vez más vivaracho, más mordible, más esférico, más encabritado en su oscilación por los corredores, pasando en un meneo vanidoso que parecía ir diciendo no, mirame pero no, seguime pero no, dedicame poemas pero no. Ojalá ella llegue a leer esto algún día y se entere del bien que me hizo durante esos dos años con solo ser parte de mi día laborable pasando con tanta gracia frente al mono de mi hormona. Y ojalá se entere también que, cuando me echaron, lo único que lamenté fue dejar de verla desfilar por los pasillos respingando el durazno gigante de su culo soñado.

Por el maestro PEDRO MAIRAL (Soho)

16 comentarios:

Anónimo dijo...

Gracias.
Esto me puso ha pensar en aquel culo latino con quien yo me enamore ...
Ahora vivo en Australia ...
Leyendo esto me dan ganas de regresar ...

Anónimo dijo...

jajaja me hiciste reir mucho culiado !! que viva el culo carajo !!

Anónimo dijo...

Buenisimo! Eso si, y que quede claro...
Las chilenas SI tenemos poto!! Que tus amiguitos no tengan mucho exito, o no sepan donde buscar.. eso es otra cosa!!! jajajaj

Anónimo dijo...

NO TE CONOSCO PERO YA SE QUE CLASSE DE MIERDA SOS:UN NEGRO ORDINARIO QUE LE GUSTAN LOS CULOS CAIDOS Y LLENOS DE CELULites y con orejas,te gustan las cosas estas que cuando se sacn el jean el culo se les va hasta los tobillos,realmente me das mucho asco!!!!

Anónimo dijo...

TE GUSTA EL REGAETON.JAJAJAJAJAJAJAJ, QUE ASCO MADRE MIA!!!!

Anónimo dijo...

LAS ARGENTINAS SON HORRIBLES,TIENEN EL CULO COMO UN PANTALON DE MONTAR, ADEMAS TIENEN UNA DEFORMEDAD, LA MAYORIA TIENE, EL TORSO LARGO Y LAS PIERNAS CORTAS Y SON FLACIDAS,CON CARA DE CABALLO,NARIZ DE PAPAGAYO Y LA MAYORIA TIENE LA LA ESPALDA ASI FLAQUITA Y EL CULO ANCHO, RE DESPROPORCIONAL, NO VALEN UNA PUTA MIERDA,LUEGO VAN Y SE OPERAN LAS TETAS Y PEOR QUEDAN, PARECEN MUTANTES!! JAJAJAJAJAJAA

Anónimo dijo...

EL MEJOR NEGOCIO DEL MUNDO:COMPRAR UN ARGENTINO POR LO QUE VALE Y VENDERLO POR LO QUE CRE QUE VALE.JAJAJAJAJAJAJA,

Anónimo dijo...

Uy si que horroooooor de culo el de las mujeres de regetón y hip-hop,jajajajajajaj...
Una de 3:
Eres mujer sin culo.
Eres gay.
Estás a punto de ser gay.
Cualquier hombre babea con un tremendo culo de esos y el que diga que no pues cuidado que ya se les está volteando la manita y así se empieza y después terminan siendo el culo de un cabrón torcido.
No hay como unas poderosas nalgas que salen de una tremenda cadera con una cintura mas pequeña en proporción y antecediendo a una piernas gordas bien ejercitadas sin que se vean musculosas;también amo esas nalgas redondas y de caderas no tan grandes pero si antecesoras de unas piernas llenas pero no tan gordas,haciendo un arco delicioso entre nalgas,piernas y vagina (aahhh que cosa madre mia).
Así que resumiendo,no sen putos y cuando tengan enfrente de ustedes un hermoso culote,truenenlo hasta que les arda.

Anónimo dijo...

SI ME ENCANTAN ESOS CULOTES GRANDES, SON UNA DELICIA

Anónimo dijo...

lo mas rico es tener en la cama a un rico culo y chuparcelo todititooo para despues meterle todito mi guasamandrapa jajajajaj osea sexo anal.... QUE RRIIICOOOO......y despues mojarte adentro aaaasssssuuuuu eso si que es placer.....!!!

Anónimo dijo...

los mejores cuos son los españoles de curvas perfectas y psicodelicas para meterles toda la polla

Anónimo dijo...

Culos... aaah... son la prueba de que Diós es el mayor artista publicitario que existe, pero sobre todo, de que nos ama.
Y esque que tremendo placer es vaciar las ansias que provoca el deseo mientras rebotas entre esas enormes y turgidas nalgotas tan magistral y delicadamente esculpidas.

Anónimo dijo...

yo conoscoese culo kien lo kiere conocer

Anónimo dijo...

una verdadera poesia tu escritos sobre el culo, maestro de maestros!

Anónimo dijo...

quiero sexo bruto asi seco :P

Anónimo dijo...

MAS FEAS SON LAS CHILENAS PARECEN UN POCHOCLO (PALOMITAS DE MAIZ) NO TIENEN FORMA DE NADA///////////////

Publicar un comentario