Navegando por las páginas de Internet me topé con un gran blog que hoy quiero pasar a recomendar, Hueso…hueso, de el gran Pierre Castro Sandoval, escritor peruano, caricaturista y a veces el que simplemente quiere escribir algo provechoso con mucha magia en la palabra. Ahora ya para irme compartiré con ustedes un texto y un video, les adjunto “
Texto, hurtado y con dolo de Hueso…hueso porque aunque no lo crea Pierre soy una piraña, agarré el blog y ahora hueso, hueso, hueso.
“Vieja, te escribo a ti porque no tengo amigos, salvo por un grupo de desquiciados que me persiguen a la hora del recreo y de los cuales nunca sabrás. También te escribo a ti porque eres bonita y tienes esos ojos verdes de aceituna que me hacen olvidarme de lo feo del mundo y me dicen: háblame hijo, cuéntame qué pasa, cómete una naranja. Yo pienso que tú debes haber sido linda desde chiquita y seguro que en tu colegio también habían otros animales como estos que se te acercaban y te invitaban porquerías en el kiosko. Nada más de pensar en eso me da ganas de salir a reventarlos a patadas.
Pero mejor no.
Mejor te cuento que el otro día llegaron al colegio unos señores que vendían Transformers. Trajeron de todos los modelos: Autobots, Decepticons, Dinobots e Insecticons. Yo me compré un Constructicon y a Bombolbi que es el más pequeño de los Autobots. Vieja, seguro que tú no sabes qué coñazo es un Autobot o un Insecticon así que he de explicarte. Los Autobots son los buenos y los Decepticons son los malos y todo el tiempo andan reventándose a cuetazos. Los Dinobots también son buenos pero a veces se achoran porque son medios bestias. Los Insecticons son unos sin tierra que no creen ni en su madre. En mi salón todo el mundo se compró Insecticons y Decepticons así que luego andaban tratando de caerles encima a mi Dinobot y a Bombolbi. Yo agarré a Bombolbi y lo estrellé con todas mis fuerzas contra el Megatrón de José. Bombolbi perdió un brazo pero Megatrón salió volando en pedazos. Luego nadie más se me acercó y solo me miraban raro. La única del salón que se me acerca sonriendo es Fabiola, la que tú dices que es mi prima de no sé que tíos lejanos. Yo nunca la veo en las reuniones familiares pero ha de ser verdad porque tiene los ojos verdes como tú y porque cuando me mira también parece que me dice: háblame, cuéntame qué pasa.
En la movilidad de regreso a casa me olvido un poco de todo y me la paso bien porque Walter es muy chistoso y me cuenta de cuando era arquero del Torino y se torció el dedo tapando no sé que tiro imposible. A ratos como que lo veo medio nostálgico y me pregunto cómo habrá terminado siendo chofer de movilidad. Me da miedo que algún día yo también termine siendo algo que no quiero ser, como chofer de movilidad o un Decepticon. Aunque si quieres saber la verdad, cuando escucho a Walter contar sus historias y hacerme reir mientras yo juego con mi pobre y heróico Bombolbi manco, me doy cuenta de que debe ser peor convertirse en un Decepticon. O en uno de esos Insecticons que no creen ni en su madre.
Porque yo digo: debe ser importante creer en algo.
¿No crees vieja?
1 comentarios:
xDDD mira con lo que uno se topa googleando el nombre de su blog! xDDD
mil gracias por la recomendación =D
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