viste la mentira de raíz y tus ojos se encendían,
con ironía menguaste tu sonrisa y te vino la melancolía.
El viento peinó tus cabellos y acomodo el silencio.
Tocaste tus duras palabras y enfriaste el momento,
la noche suspiro un trueno, era parte del cuento.
Las nubes se pelearon y nos enviaron lamentos,
sus lágrimas mojaban tu dulce cuerpo.
Paraste, me miraste y me dijiste: para mí estás muerto.
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