El racismo es un tema que despierta en nuestros ojos cada vez que nos miramos al espejo, nos olvidamos del hombre y de dios empezando a crear diferencias absurdas y sin sentido, marcamos la piel con clases, con etiquetas nos vestimos, pintándonos de colores blancos, verdes, negros y amarillos donde el serrano le dice cholo al mestizo, donde el criollo le dice charapa al indio, donde el limeño se avergüenza de ser inca y quiere ser gringo pero el gringo le dice tú eres peruano. La sangre se siente inca, la cultura opone su resistencia frente a toda diferencia, si somos de una misma raíz por qué no aceptamos que somos peruanos.
Hubo y habrá de los que derramen la sangre para defender la causa de una nueva identidad, Clorinda Matto de Turner fue una de ellas, la que encarnizó a la raza de los descalzos como una de las precursoras del indigenismo, naciendo un buen día de septiembre, cuzqueña por la madre tierra y de corazón hecho imperio inca, siendo una de las pocas mujeres que analizaron el mundo de acuerdo con los parámetros de la cultura propia y no separando en grupos a las personas por un simple prejuicio.
La raza indígena, su raza, la que defendió con coraje mostrando al indio en su verdadera condición: huérfano y pobre, víctima de autoridades civiles y eclesiásticas. Devela la vida cotidiana y pretende denunciar los vicios, depravaciones e injusticias que existen en nuestra sociedad, escribiendo cuando sus manos no estaban aún preparadas para combatir al sistema de trabajo al que las aves sin nido estaban sometidos.
Matto de Turner adquirió mucha popularidad por sus trabajos literarios, en los cuales presentó a los indígenas en una forma más humana y positiva, lo cual era contrario a la forma de pensar de la época. A pesar de su ascendencia blanca, nunca estuvo de acuerdo con la manera en que se trató a los indígenas y utilizó sus escrituras para hablar en favor de ellos y crear conciencia en la gente. Sus escritos también fueron parte de una campaña para mejorar la educación de las mujeres.
A veces solo le pido al creador que no me haga indiferente, tal vez no tenga perdón de los descalzos y a veces me olvide de dios, no diré lo que se tiene que hacer frente al racimo, pero tampoco diré que discriminemos al racista, paciencia, solo paciencia con un pedazo de tiempo y comprensión. Clorinda derramó sus lágrimas en sus textos importantes que sirven hoy en día como precedentes para una nueva identidad que todos necesitamos, entre ellas se encuentra Aves sin nido que ahora cito para su buen agrado pero antes quítense la ropa, lávense las manos, y mírense al espejo sin vergüenza
Era una mañana sin nubes en que la naturaleza, sonriendo de felicidad, alzaba el himno de adoración al Autor de su belleza. El corazón, tranquilo como el nido de una paloma, se entregaba a la contemplación del magnífico cuadro… Auroras de diciembre espléndidas y risueñas, que convidan al vivir, ellas, sin duda, inspiran al pintor y al poeta de la patria peruana.
2 comentarios:
lindisima obra
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