martes, 11 de noviembre de 2008
Perfil de NadoL
Cuando el pecado inventó al hombre se deshizo de toda implicancia moral que lo agobiaba. Recorrió alegre el mundo haciendo lo que quería, sin limitaciones ni prejuicios. Simplemente disfrutando. Sonriéndole a la vida colorida. Amaba y odiaba, sin distinciones, ayudaba y hería sin complicaciones. Todo lo vio en un nuevo estado. No sentía que hacía bien las cosas, pues las cosas necesitan de la maldad para ser calificadas como buenas, pero tampoco sentía que hacía el mal. Intentó encontrar los matices de su nuevo estado, pero no los encontró. Tenía sensaciones, claro, pero ni alegrías ni tristezas. Su sonrisa era el efecto de una orden muscular interna, carente de calificativos, carente de vida. Entonces, corrió el pecado en busca del hombre, pero no los encontró. Recorrió los lugares más bellos y los más grotescos y no dio con ellos. Habían desaparecido. Rastreó sus movimientos pero nunca encontró nada, solo un profundo silencio que le decía esta es la no-vida.