"Sólo pretendo saber, aunque sea por un minuto, qué diablos está pensando esa cabeza tuya. Por que por más que te miro a los ojos... no sé quién eres".
Corto.Nuestro propio cielo. Roberto Pérez Toledo.
Cuando alguien se enamora de quien no quiere enamorarse no se vive, se desvive. Esa línea -que no es línea- se confunde con tanta credulidad, como esperando que las cosas cambien. Entonces, después del silencio, el disgusto y la decepción sólo se dice: Sólo pretendo saber...
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