domingo, 14 de noviembre de 2010

Neblin



Hay días en la vida en que te dicen: ¿un tecito?
tu fortuitamente respondes: cafecito.
Y te encuentras con la bruja en la estación de tren de los 70.
Por la tarde buscas amparo bajo el coche
entre la ruta 5 y el parque de la media noche
sentado en la misma banca donde los recuerdos pasean a sus mascotas
y las nanas cuchichean con las entumecidas derrotas.
De la punta de tus pies a la cabeza miras el cielo y tus zapatos
piensas un poco y difuminas las ideas luego dices: quizá sí debió ser té.
Acurrucas el azúcar en tu lengua, respiras y pronuncias tus defectos
en desorden pero siempre de la izquierda a la derecha.
Al final, alzas la muñeca y miras la profundidad en las manecillas
“Ya es hora” y dejas que la esquina se dirija un poco mas a tu destino
subes la calzada por el cuello y tientas un poco tus instintos
acechando el olor de la mañana, recorriendo vagabundo la sonata.


Escrito por: Nath Chávez Catillo
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