La lluvia cae sobre la ventana húmeda y reseca a la vez.
Los sueños tocan trasfondos de inimaginables cáliz de fuego
mientras la mentira retoza zigzagueante sobre los hombros del ave
y las alas quedan para el recordáis de una esmeralda vieja.
Dos miradas en silencio se curvan hacia la realidad y la fantasía
queda al olvido, las frases pronunciadas sobre el objetivo leve
sobre la manta blanca manchada de la impureza de otras veces
para conmemorar los recuerdos de la tragedia del futuro inerte.
La soledad se apodera como una feroz gata sobre el cigarro elocuente
arrastrando con ella la practicidad de las mentes en sol naciente
consumiendo los ojos cerrados, ciegos a tus besos intermitentes.
Tus besos compartidos que mis labios muerden para borrar hasta los dientes.
Escrito por: Crisálida
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