TOMADO DE: TRAVESTI
<< La carnosidad de sus labios lo
delataba…a pesar de su carmesí con que besaba, del rubor en sus mejillas, de
sus prolongadas pestañas, de sus perfiladas cejas, de sus achinados ojos, y sus
lacios cabellos. ¡Parecía real! Pero…todo era cremas, base de maquillaje y
rimel. Aún conservo el sabor amargo de sus besos en mis labios…un corazón hecho
trizas, y su aroma a vainilla que quedó impregnado en mi traje. La noche la
había resguardado en su desenfreno…la hizo un secreto…divina, suave y
perfumada, ¡era perfecta! mimosa y animosa. Ternura que la caracterizó como un
ángel… ¡fue un ángel! Nos elevamos al firmamento y haciendo piruetas junto con
las estrellas, animábamos el cielo entero. ¡Alta y delgada! Su lisa cabellera
soltaba los vientos de octubre, ¡luces, bullicio y carcajadas! Con su caminar
robada más de una provocadora mirada ¡noche desenfrenada!
Su locura embriagaba las esquinas
de San Francisco arrancando de los labios más de un piropo, seguidos de una
persecución de silbidos. Pero… ¿qué había tras esa corta minifalda? Provocadora
mujer insípida, arrebatada silueta perfecta… ¡la odio! Porque jamás fue sincera
y se prestó al juego más macabro de todos. Esos ojitos –que con un antifaz- los
hizo impredecibles de sus malas intenciones. Su mirada… ¿cómo pudo
engañarme?... sin embargo, a pesar del odio, no puedo evitar la pasión con que
nos aferramos. Había adrenalina en nuestros cuerpos, y el ambiente embriagaba
con tan solo respirarlo, incitando a nuestro instinto animal en alborotar todos
los sentidos y órganos salvajemente. Lágrimas –cebollas- y más lágrimas…lloro
por desconsuelo, porque jamás hubo alguien que con tanto afecto pudiera
causarme el peor dolor de todos… ¡rosa embelese con sus engaños!...si la
pienso…la aborrezco aún más.
Estuve en un falso paraíso,
disfrazado con plásticas flores y hojas verdosas…espina se desliza por mi
garganta…rasmilla con crueldad hasta hacerme sangrar…y por su culpa siento
padecer una psicosis. Fue la experiencia más alucinada que pudo ocurrirme en la
vida; si no fuese por los golpes que le propiné, peor sería mi tensión; sin
embargo, el descargo no evitó que me reduzca la miseria…y cada vez me hice más
miserable mientras uno tras otro de mis puños y patadas dieron contra su
cuerpo...>>
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¿Qué hay detrás de nuestras miradas? ¿Qué escondemos debajo
de nuestras caretas? ¿Quiénes somos? ¿Quiénes queremos ser? ¿Es el amor una
realidad o un falso paraíso? Son preguntas que en el transcurso de una ligera
noche, serán resueltas por los labios de cada personaje, que en la oscuridad de una fiesta pagana, encontrarán
los espejismos fugaces del amor, de aquel disfraz que nos envuelve en los misterios del cuerpo, las verdades, el engaño
y el dolor.
Travesti es un breve relato escrito por Helard André Fuentes
Pastor, quien con su pluma arequipeña narra una noche de trajes, de trago y
sombras que giran en la plaza central de Arequipa, donde el amor hallará su
lugar en Rosita, la de mirada tierna, escondida
en una falsa identidad que no le pertenece, pero a la vez, hace de ella la
mujer que quiere ser realmente, mientras un joven enamorado caerá envuelto en la
tentación de su piel, hasta descubrir el lado más crudo de los sentimientos.
Las decepciones cotidianas del amor se verán implicadas en
cada página, con la eterna búsqueda a una salida ajena a las copas, acogiéndose
a la confesión de un pequeño disfraz que cubra las lágrimas, hasta que
finalmente todo amanece en la ciudad blanca, y el olvido seguirá vertido bajo
una calle solitaria, sin payasos, brujas, conejas, putas, ni travestis...
Sin duda un relato fresco y de mucha noche.
Sin duda un relato fresco y de mucha noche.
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