domingo, 21 de noviembre de 2010

PUERTO TRES, trova con sentimiento andino.


La trova nos suelta y nos conecta a la tierra con aquella melodía de colores y sentimientos de nuestras regiones, el arte de nuestra cultura, las lágrimas de los que callan la poesía, la música que se acaricia entre las nubes y los ríos con destino al mar que crean la vida. Aquel canto que recorre junto a la brisa del viento por los pueblos de América, hacia la sierra de los amores, hacia las sombras donde se pintan ilusiones, con un nuevo verbo que lleva la voz de los que callan, de los que crecen, de los que caen y de los que viven abriéndose camino al andar. Así la trova gesta entre su corazón y la profundidad de sus entrañas una nueva frase, Puerto Tres, un grupo trovadicto con un compromiso musical e identidad latinoamericana para cosechar y amar.

Puerto Tres nace desde la amistad, el cariño y el amor con un sendero claro, ser el canto del sentimiento andino, el silencio que no se morirá sin haber dado una batalla, la voz que no solo lleve un canto sino a todo un pueblo, aquella alma americana llena de esperanza que trascienda las fronteras para sembrar una patria nueva de canciones, con libertad, justicia y humanidad. Paco Mejorada, Mónica Cuadra y Pedro Arriola, conforman cada uno de ellos un puerto, un sueño, un camino, una palabra que juntan sus pasos para forjar un solo canto que tiene muchas cosas que decir y hacer.



El escenario está listo para que se recueste en ella la música, Mónica la mariposa de humo se pasea entre el pequeño espacio mientras deja deslizar su magia, Pedro afina el charango que está dispuesto a tocar su ritmo y Paco con una ligera sonrisa da la señal acariciando suavemente la guitarra. Todo sigue su curso con naturalidad y la trova envuelve al público en un éxtasis de felicidad infinita, algunos lloran disimulando las lágrimas, mientras la noche se prolonga en su última hora y es dulce. La música acaba en la eternidad de las oraciones de aplausos efusivos y en mi pensamiento se repite una frase fiel a mi memoria: tienen coraje, lo tienen.

Puerto Tres sigue tocando éxitos como El río y la flor, Cosas por hacer, Pobre del silencio, Tontas canciones, Desde que te conocí; tocando con una confianza y firmeza que se va  relacionando entre las voces y las palabras de las canciones, una tras otra, interpretando a grandes como Silvio Rodríguez, Víctor Jara, Violeta Parra que detienen el tiempo y abrigan calidamente la noche. Todos quedamos convencidos de que aquel trío peruano de trova, algún día no muy lejano, serán la nueva insignia del corazón Latinoamericano.


Se despiden dejando la nostalgia atrás y mostrando una clara sonrisa entre agradecimientos y viejas frases. Las emociones se desprenden entre abrazos y palabras que alumbran un futuro sendero donde tres cantos se unen y se adhieren a una sola lengua, un solo verbo, un solo puerto donde se refugia la música y los globos multicolores de América empiezan a volar. Cantan los niños, canta América, canta Puerto Tres que no se detiene y avanzan porque no solo llevan un canto, sino la voz de todo un pueblo.

Para mis amigos: Paco, Mónica y Pedro.

1 comentarios:

Jorge Muzam dijo...

Un escrito plagado de generosidad, talento y nobleza para retratar a un excelente grupo musical, que ya empezamos a difundir también en Chile.

Un fuerte abrazo mis amigos.

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