domingo, 8 de agosto de 2010

La desesperada calma

En una desesperada orquídea de flores azules entretejidas
van quedando las creencias profundas de una idea más mundana
que una locura esconde los pensamientos sensibles de un mundo lejano
claro de luna que cae sobre tu lluvia profunda, milenia de alguna voz
sobre las trenzas de un viaje que queda sin despedidas de familias errantes
que no hay historia de hadas comparada a la vida que existe entre dos montes
que el imperio de una creencia muerta para un momento perfecto ha de venir
que la tierra se siente en la sien como un mamut en la oreja
no hay más que una idea creible e inocente de los que ya se viene
no queda ni un día para las lágrimas que se van hacia arriba flotando
la esperanza del retorno al espíritu de cuerpo de una mosca envolvente
los perros negros que acompañan la desesperada muerte
mientras que los ojos se desaclarecen y enrojecen para mostrarte el todo
no cae más la noche como cayó la estrella que se infundó en el cielo
no se ve más haya de una toma del tiempo en espiral que fue cayendo
la vida es como la musa de un artista como la desesperada muerte
la desesperada vida que se toma con calma para vivirla y no morir en ella
la vida que sana en llantos de alguna vida crepúscula, los ojos rojos
muerte a la calma que la desesperada vida acoge, mentira la desesperada calma
la calma cae en un vértigo profundo, se ensimisma en ella te acoge, te espera.

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