sábado, 28 de febrero de 2009

Manuel Scorza


Tal vez mañana los poetas pregunten,
por qué no celebramos la gracia de las muchachas.
Tal vez mañana los poetas pregunten
por qué nuestros poemas
eran largas avenida por donde venía la ardiente cólera.

Yo respondo:
por todas partes oíamos el llanto,
por todas partes nos cercaba un muro de olas negras.
¿Iba a ser la poesía una solitaria columna de rocío?
¡Tenía que ser un relámpago perpetuo!

Yo os digo:
Mientras alguien padezca,
la rosa no podrá ser bella.
Mientras llueva sobra el pecho de los mendigos,
mi corazón no sonreirá.

Matad la tristeza, poetas.
Matemos la tristeza con un palo.
No digáis el romance de los lirios.
Hay cosas más altas que llorar amores perdidos.

El rumor de un pueblo que despierta,
¡Eso es mas bello que el rocío!
El metal resplandeciente de su cólera,
¡Eso es más bello que le luna!
Un hombre verdaderamente libre,
¡Es más puro que el diamante!


Porque el hombre ha despertado
y el poeta ha liberado al juego de su cárcel de ceniza
para quemar juntos,
¡el mundo donde estuvo la tristeza!

1 comentarios:

Anónimo dijo...

Poetas abrid los ojos, hay cosas más importantes que escribir, que amores perdidos (Y)

Publicar un comentario